China ha intensificado su oposición al plan del gobierno estadounidense de aumentar sustancialmente los aranceles sobre los productos chinos. Dado que este país ya ha revisado su Ley Arancelaria para tomar represalias contra los países que imponen aranceles elevados a los productos chinos, es muy probable que el conflicto arancelario entre Estados Unidos y China se intensifique aún más.
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en una conferencia de prensa tras las conversaciones con su homólogo paquistaní el miércoles, dijo: “Durante las últimas semanas y meses, Estados Unidos ha impuesto con frecuencia sanciones unilaterales y ha abusado del proceso de revisión arancelaria de la Sección 301. Este país ha emprendido una campaña contra las actividades comerciales, económicas y tecnológicas normales de China, y eso es una locura”. Wang continuó diciendo que las acciones de Estados Unidos son “el caso más típico de hegemonismo e intimidación” y que “algunas personas en Estados Unidos han perdido la razón en su búsqueda por asegurar la supremacía unipolar de Estados Unidos”.
Estos comentarios son notablemente más contundentes que las declaraciones anteriores de China inmediatamente después del anuncio de los aumentos arancelarios. Durante una sesión informativa periódica el martes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, declaró: “China se opone a los aranceles unilaterales que violan las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y tomará todas las medidas necesarias para defender nuestros derechos e intereses legítimos”.
La acción estadounidense que provocó la reacción de China es la invocación de la Sección 301 de la Ley de Comercio para aumentar drásticamente los aranceles sobre productos chinos como vehículos eléctricos (EV), baterías para vehículos eléctricos y semiconductores. La Sección 301 permite al gobierno de EE. UU. promulgar medidas de represalia cuando las empresas estadounidenses sufren debido a prácticas comerciales desleales de otros países. Según el nuevo plan estadounidense, los aranceles sobre los automóviles eléctricos chinos aumentarán del 25% al 100%, los aranceles sobre las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos aumentarán del 7,5% al 25% y los aranceles sobre los semiconductores aumentarán del 25% al 50%. Los paneles solares también se encuentran entre los artículos que enfrentan aranceles más altos. Esta agresiva política arancelaria está efectivamente diseñada para restringir la entrada de productos chinos clave al mercado estadounidense.
Es muy probable que China tome represalias con sus propios aranceles. El mes pasado, el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo revisó la Ley Arancelaria de China (Artículo 17) para permitir la aplicación de aranceles equivalentes a bienes de países que tienen acuerdos comerciales con China pero imponen aranceles elevados a los productos chinos. Esta enmienda, que entrará en vigor en diciembre, proporciona a China un marco legal eficaz para contrarrestar la ofensiva arancelaria estadounidense.
China también podría adoptar otras formas de represalia. Dada la estrecha interconexión entre Estados Unidos y China en todos los sectores de bienes y servicios, la interrupción de estos vínculos podría perjudicar significativamente a Estados Unidos. Por ejemplo, China podría vender sus bonos del Tesoro estadounidense en grandes cantidades, perturbando potencialmente no sólo el mercado financiero estadounidense sino también el mercado financiero mundial. Anteriormente, en 2018, cuando la administración Trump de Estados Unidos impuso aranceles adicionales a ciertos productos chinos, China respondió con una queja ante la OMC y aranceles de represalia.
En el corto plazo, es más probable que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China aumenten que se resuelvan. Park Bok-yeong, profesor de la Universidad Kyung Hee, señaló: “Si bien la Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden tenía como objetivo asegurar las cadenas de suministro nacionales, los aumentos arancelarios están destinados a contrarrestar la afluencia de productos industriales chinos de alta tecnología”.
Inicialmente, la administración Biden se centró en estabilizar las cadenas de suministro y asegurar la competitividad industrial en medio de la escasez inducida por la COVID-19. Sin embargo, las medidas actuales tienen como objetivo frenar el crecimiento de las industrias de alta tecnología en China para proteger la seguridad económica de Estados Unidos, y China adoptará contramedidas en respuesta a esto. En otras palabras, la naturaleza del conflicto entre Estados Unidos y China está evolucionando y profundizándose.